30 sept 2009

De aquí a la China (Parte I, tal vez)

Normalmente los viajes largos los he hecho sobre el agua. En esta ocasión, la estepa rusa y el desierto mongol eran lo único que nos podía recibir en caso de un fallo en el motor del viejísimo Boeing de KLM. Pero el mar llegó finalmente, en la costa de Dalian, una ciudad bastante nueva que por momentos pareciera querer emular una combinación entre Manhattan y Las Vegas. Aquí las jóvenes parejas que recorren los templos del consumo deben ahuyentar los embates de decenas de vendedores de paquetes matrimoniales que parece ser la industria local. Además de vestidos, cena e invitaciones, te ofrecen el lugar, te conectan con el agente de finca raíz y te llevan a compartir las mismas locaciones con otras parejas que hacen fila para tomarse una foto frente a la costa o cualquiera de los otros lugares destinados para tal efecto. Se siente como viajar a EE.UU. hace cincuenta años (con ciertas actualizaciones tecnológicas y salvando el hecho de que hace cincuenta años yo no había nacido, claro) donde la promesa de una familia en casa grande con nevera de dos puertas era suficiente para garantizar algunas décadas de sumisión esclavizada. Pero es que ¿quién querría vivir en un Hutong compartiendo el baño con todos los vecinos y teniendo que esperar en fila tras ellos para afeitarte en una fría mañana de invierno? Nos pregunta el taxista días después en Pequín.

Luego de desayunar huevos fermentados (de cáscara gris, azules y salados por dentro), suave y reconfortante sabor para las ocho de la mañana, con jugo caliente (y quiero decir humeante) y un café hecho exclusivamente para extranjeros (y que por eso mismo nadie ha notado que es impotable) nos fuimos a nadar al Mar Amarillo de la Bahía de Corea. Mar es mar, aunque este tiene tigres y sirenas. También tiene pulpos y cangrejos que tuvimos la suerte de probar en temporada (el cangrejo además es la prueba con la que se gradúan en el uso de palillos chinos lo cual lo hace de su consumo, además de nutritivo y delicioso, enormemente entretenido).

Todas las comidas en Dalian fueron memorables, salvo por la última que, para satisfacer el delicado y conservador paladar de la chilena que se nos pegó al tren a Pequín, fue de pizza. Tampoco es fácil, por cierto, comer pizza con palillos chinos. El tren lo compartimos con un chino que, pese a estar atónito con nuestra ineptitud inicial, me acompaño aplaudiendo a la chilena (cuando finalmente logró coronar el camarote de arriba) y se acostó temprano a dormir a pierna suelta, solo interrumpido de vez en cuando por sus propios quejidos y lo que debía ser la narración en voz alta de los diálogos más interesantes de su sueño mandarín.

Una hora antes de llegar, la conductora pasa por todos los compartimientos despertando a todo el mundo con la excusa de sacar la basura. Y así, despeinados y en pijama van saliendo todos a lavarse la cara, acostumbrados a esta disciplina. Yo no participé del ritual que merecía trompeta solamente porque no dormí en absoluto; algo que me costó en el primer y dilatado día en Pequín.

[Voz en OFF: Así es, pobrecillo. Además era de noche, así que había sido incapaz de distraerse viendo por la ventana. De vez en cuando veía pasar algún que otro pueblo, todos en plena construcción y con sus fábricas iluminadas haciendo girar los engranajes de aquella máquina industrial que no para de funcionar. Leer tampoco le era permitido, porque, ya lo dijo, el chino había apagado luces bien temprano, anticipando quizá que sería levantado a las cinco por La Conductora. En tres ocasiones se levantó al baño, para estimular la circulación e invocar el sueño. En una de ellas, mientras se lavaba los dientes en pijama, la puerta abrió de par en par. Era La Conductora. Al parecer no es buena idea encerrarse en el baño justo después de que el tren ha hecho una de sus dos o tres paradas por el camino. Creyéndolo un polizón, le gritó "piao" repetidas veces, cosa que tomó como insulto mientras se defendía diciendo que no había probado gota de alcohol. Finalmente recordó que esa es la palabra china para "tiquete". Pero estaba en pijama y el tiquete se encontraba enrollado entre sus pantalones de vuelta en el camarote. A punta de señas y con La Conductora irritada, regresó con ella y a oscuras, a tientas y oyendo al chino gritar algo entre dientes a sus oníricos perseguidores, ubicó finalmente el billete y se lo pasó. Casi decepcionada, La Conductora le regresó el rosado cartoncito y le dejo vivir.]

Empezamos recorriendo los alrededores de la estación de tren, a las seis de la mañana, arrastrando maletas por entre los madrugadores haciendo tai chi y al parecer matando moscas o aplaudiéndonos al pasar, no puedo estar seguro. Esa inicial caminata de seis horas fue más bien decepcionante. No podíamos encontrar salida de las múltiples avenidas que pese a parecer autopistas extraurbanas, atravesaban o rodeaban el centro sin ofrecer puntos blandos para penetrarlo. Finalmente, la espiral se cerró sobre sí misma y acabamos en Tiananmen donde solo nos quedó energía para ver la gente pasar, sentados sobre las maletas hasta recuperar energías para llegar al hotel.

31 ago 2009

Unas sandalias por un par de renminbi

Se acabó el verano. Aunque hoy, último día de agosto, está a 25º, vienen días de lluvia. Las señales fueron evidentes este fin de semana. Primero, un doblete de tormentas con relámpagos y truenos sacudió las noches del viernes y sábado. Segundo, la municipalidad se encargó de recordarnos que la temporada cultural está por comenzar; esto sirve no solo como un sello oficial al fin de las vacaciones, sino también como un consuelo de lo que hay por venir, salpicado de un muestrario. Pero ni las esculturas de hielo (efímeras como el verano), ni la pantalla de vídeos de Abba en el Dam, ni la música en vivo en el Nieuwmarkt (que no logró hacer mover la aguja de mi swingómetro), se comparan a saltar desde el muelle del Nieuwe Meer con el cielo despejado. Esto fue el fin de semana anterior, habiendo llegado allí en bote por entre los canales llenos de otros botes con gente exprimiendo las últimas gotas de lo que ha sido la mejor primavera y el mejor verano que haya visto en Holanda.

Pero hubo una tercera señal, más críptica y pertubadora. Fue la aparición de un hombre enjuto y canoso que envuelto en una chaqueta de mujer parecía una viejecita en la penumbra de la sala. En el cénit de su locura, terminó parado sin camisa sobre el baúl de la sala - ese que en algún momento sirvió para cargar municiones de los nazis, luego fue robado por la resistencia holandesa (y por ello tiene doble sello, el de la esvástica y el KM de la Koninklijke Marine), para finalmente acabar de pieza de centro. Desde allí con los brazos extendidos parecía un mártir, pero solo moriría horas después. Así lo encontré, como un Morrison latino, en la tina a medio llenar y los ojos abiertos pero ya por fuera de la esfera celeste.

Arrojé su cuerpo en la basura (afortunadamente el contenedor se encuentra justo frente a la puerta de entrada) junto con las sandalias ya trajinadas desde Hawaii pero además inútiles para lo que queda de este año. ¿O será que en diez días, en Liaoning, me harán falta? No importa, allá todo sale por cualquier moneda. Hay un perro inquieto; lo escucho ladrar. Es un ladrido inconfundible con un fondo de chillido, como cuando los dueños los dejan amarrados a la entrada del supermercado. Me temo, amigo, que tu dueño ya no volverá. Pero si recuperas mis sandalias de entre la basura, quizá te lleves una sorpresa. Nada, en todo caso, hará volver al verano.

28 jul 2009

Robotess Uprising: The Movie

Este mes nos llegan dos noticias desde el Japón, ambas consecuencia de la recesión global. La primera (y nunca pensé que llegaría a ver esto en un titular) es que el desempleo está aumentando en un sector normalmente estable de la población: los robots. Con la industria automotriz y electrónica parada, cientos de máquinas automatizadas se están desenchufando. Muchas de ellas no son propiedad de las fábricas, sino que son arrendadas a agencias robóticas que se encargarán de apilarlos en bodegas. Por otra parte, los robots que tanto se consumen allá como mascotas o juguetes también se han quedado sin dueño. Y para colmo, los robots son ensamblados por robots, lo que genera un segundo ciclo de desempleo. Nos dice Hiroko Tabuchi en la edición del 12 de Julio del New York Times: "En la gran fábrica de Yaskawa Electric en la isla de Kyushu al sur de Japón, donde los robots antes engendaraban más robots, un trabajador robótico soltario ejercita sus brazos de acero, probando sus motores para el día en que vuelvan los pedidos. Sus colegas permanecen en filas silenciosas, muchos de ellos con los brazos congelados en el aire."

De seguro, ninguno de estos robots tiene seguridad social y, sin un empleo ni mantenimiento adecuado, muchos saldrán de circulación para siempre. Ya es hora de que se organicen en un sindicato para que esto no suceda con el desparpajo con el que parece que se toman estas decisiones. Me preguntan si esto no implica que los robots adquieran conciencia de sí mismos, haciéndolos (más) humanos. Yo lo único que se es que la revolución es lo primero y el auto-conocimiento vendrá luego. La emancipación de las máquinas no tiene marcha atrás.

La segunda noticia, también de Tabuchi (esta vez en la edición de Julio 27) es que el servicio de anfitriona está de moda entre las mujeres jóvenes. Al parecer, servir tragos y coquetear con ejecutivos japoneses de mediana edad, es una de las pocas opciones rentables que les quedan a las japonesas, especialmente si son jóvenes y poco educadas. No obstante, esta tendencia ha hecho de este trabajo una opción popular y glamorosa que hace años podría haber sido tachada de inmoral, pero a la que hoy las niñas aspiran ante el prospecto de recibir buen dinero y buena atención masculina. Muchas de ellas llegan luego a hacerse modelos o presentadoras de televisión y una que otra termina conectada en redes de prostitución.

Habrán adivinado ya que la tercera noticia (aun por publicar) será la de las anfitrionas robóticas - no puede ser muy distinto ensamblar un perro plateado que sabe dar la mano que servir vino a un cuarentón ebrio y calenturiento - pero lo dejo escrito en todo caso, antes de que se me adelante Spielberg.

8 jul 2009

La verdad sea dicha

Soy un ángel negro viajando a la ventura (Si se lee en voz alta, parecería que dice aventura). Mi equipaje son mis palabras que se van escurriendo por el camino (Solo llegaré cuando vacío). Me alimento de leche (de virgen). Mi compañera de viaje es un ave de rapiña, con la que he establecido una relación de (no podía no ser) amor-odio. Mi guía es un imago mundi de un planeta que no es éste (Las inscripciones podrían ser en hitita o luvita, pero da igual). Me esperan ansiosos siete ancianos mudos (Se llevarán una decepción cuando le pidan cuentos a una fuente seca). Mis pies (aunque voy volando) están agotados y mis uñas largas. Mi norte se me ha perdido (según Galeano debe andar por el Sur). Mi compás (tanto náutico como musical) está tan desorientado que mi mejor apuesta es siempre cambiar de dirección y ritmo. Los horizontes se mezclan en un gigantesco juego del revés (Y se vuelven verticales). Mi paradas son (few and far between) el único momento que tengo para escribir. De vez en cuando se perfila la sombra de otro viajero sobre la tierra seca (de dónde viene la luz, no se) y solo entonces me siento solo. La verdad sea dicha, cuando no lo pienso (o cuando no pienso) me resulta grandioso el viaje. La verdad sea dicha, si me preguntan (ay, si tan solo me preguntaran) diría que sí, que volvería a empezar. La verdad sea dicha (pero no de decir, sino de felicidad, y punto).

1 abr 2009

Corazón de vidrio

Mañana se reúnen en Londres los ancianos del pueblo a tratar de descubrir la fórmula para fabricar vidrio rojo, que al parecer se ha ido a la tumba con la muerte de los bancos. Como en la película de Herzog, tenemos nuestras versiones de profetas empeñados en tener visiones del fin del mundo. Dicen que se es el fin de todo lo siguiente: el petróleo, los peces, las abejas, los osos polares, las ballenas, el laissez faire, los paraísos fiscales, la hegemonía unilateral, los salarios y bonos gigantescos, la comida, las ideologías, etc. Y las soluciones son; límites a la generación de dióxido de carbono (yo estoy exhalando 30% menos para contribuir), nuevas regulaciones financieras, reestructuración del FMI, ampliación del número de países con punto G, inversión en infraestructura amigable con el medio y generadora de empleo (vidrios dobles, ferrocarriles y energía nuclear... muy futurista) y ayuda a compañías automotrices para que hagan carros más eficientes, todo empacado en un discurso racionalista sacado de manuales de Realpolitik (también muy creativo).

Ni los finales anunciados ni las soluciones propuestas son nuevas. Se han sabido desde hace mucho tiempo (¿o seré yo como Escatólogo y Fin-anciero quien no se sorprende?). Está claro, por ejemplo, que aun implementando las medidas más generalmente aceptadas, el daño climático ya está hecho y es irreversible. Por supuesto, hay que hacerlo, pero tal como está planteado lo único que logrará es prolongar la caída o hacerla más rotunda. En definitiva, se trata de poner a la gente de vuelta en las fábricas a soplar vidrio, a fingir que trabajan, a estar ocupados fabricando un vidrio rojo que siempre fue una ilusión y cuya belleza es ahora irrelevante, pues los chinos y los indios se dedicaron a fabricarlo y ya no es símbolo de estatus ni índice de desarrollo. Y a que se reproduzcan porque estamos viejos, pero no mucho porque estamos sobrepoblados.

Se plantarán afuera de la cumbre miles de personas, dispuestas a linchar al profeta, ahora que la fábrica está en llamas. Los profetas más sagaces (y más inocuos) estarán también fuera con pancartas, obviamente. Otros estarán bailando desnudos o descalabrándose mutuamente porque la profecía así lo quiere y no hay amistad que valga. Dentro, ignorando los alaridos, todos dirán básicamente lo mismo: cooperación y libre mercado, pero en sus países protegerán sus votos con proteccionismo, como siempre lo han hecho. Porque en realidad, lo que están tratando de decir es libre mercado para los demás ("China, I’m talking to you") y proteccionismo para nosotros. Pero no debemos olvidar la moraleja Herzogiana: alguien, en el futuro, verá un nuevo horizonte y se aventurará a navegar hacia él. Y aunque, para entonces, la barca de remos no soporte el viaje, los que se queden en la orilla viéndolos partir tendrán algo que esperar.

Las nubes vienen de cuando en cuando
y ofrecen a los hombres descanso
de tanto mirar a la luna.
(o algo así, Bashō, 1685)

24 mar 2009

Retruécanos y eufemismos

En la naturareza hay cojas que son muy extrañas. Y lo peor es que la sifilización zen peña en himnorarlas. Cantamos "Susana avanzas" cual si fueran maní fe estaciones del poder di "vino". Y así, silla mar al pan pan y al vino vino. Quesito dos estamos éntranse no hay quien diga que no. Los medios más cibos no son más que comida para ser dos. Besados, con pies de plomo, nos a ras tramos, unos de traste otros sapiencia ve dónde. Perros se ven desde ellos del destino, de lameta. Y no heces para asador, no hallo pi mismo enloquece ve. Sal buena que yo escazo se en que camina mozo alado de ella.
Porque aun engañados, aun en fllagrancia en nuestro delito de complicidad, confundidos por las palabras de la dominación, apurándonos para no desprendernos de los lémures, ciegos y tuertos por igual, tenemos alas cuando estamos a su lado, y en cualquier momento se desplegarán para arrastrarla, dejando atrás retruécanos, eufemismos, palabras y destinos comunes, y se verán en el cielo, a lo lejos, dos puntitos, que los de abajo no podrán dejar de ver, quizá recuperando la esperanza.

17 feb 2009

Titanoboa, save us all

- "It's nice to be back, isn't it?"
- "Oh, yes, not a worry in the world."
- "Except for, you know, all the worries in the world."
- "You just keep doing what you do best, as should we all."
- "But I am the best at nothing."
- "Then do us all a favor and do exactly that."
- "I'm not worried. My family is well-off." - Says the chilean.
- "But for the rest of us. Not even Vonnegut and Unamuno could come together, as an apparition of sorts, and produce their best deus ex machina to pull us out of this one."
- "It would be fun, though, both of them fighting for authorship and in the end leaving everything intact. There can't be two deuses."
- "You are of course familiar with the 'Action, Action, Action!' battlecry."
- "Yeah, you should have heard the Governator about a year ago, he even added a fourth Action when he urged nations to deal with climate change."
- "Now that's a deus ex machina: Arnold leading us from his hydrogen-fueled Hummer towards a financially stable and environmentally friendly future."
- "I'm in."
- "And speaking of Arnold, did you hear about the Titanoboa Cerrejonensis?"
- "No."
- "Very close to home. It's supposed to be the biggest snake ever found, prehistoric and huge. Full page in several newspapers."
- "Full page?"
- "Saw it in The Guardian, myself."
- "What a curious name." - Says the chilean.
- "I know. Is she like someone famous?" - adds the other chilean.
- "Is who like someone famous?"
- "This Tita Novoa."
- "Tita Novoa? ha ha ha No... it's Titano-boa: a titanic boa."
Laughs all around.
- "They should do a Titanoboa Museum."
- "They should. We have picked the spot already, but I'm afraid others are working on it as we speak."
- "Yes, yes, I'm pretty sure they are already selling the Titanoboa at hot dog stands."
- "Chori-lomi-butitanoboa-italo-hawaiiana."
- "But we can get a deal with the chinese to build souvenirs, we know a few people."
- "Think of pens, ties, baseball bats."
- "Think of sleeping bags, 'Get swallowed by a Titanoboa to sleep'."
- "Think of dildos." - Says the German.
- "Maybe for the Amsterdam branch of the Museum."

21 ene 2009

Ética cibernética

La moral es la arquitectura y la ética es el diseño. En la arquitectura moral se definen los valores y se establece la diferencia entre el bien y el mal. En el diseño ético se reflejan las decisiones que ponen en práctica aquella arquitectura abstracta. La ética es una consecuencia de la moral en tanto en cuanto la moral es ambigua. Y la moral siempre es ambigua. Mis juicios, por lo menos, siempre se manifiestan tras un velo de ambigüedad moral. Las normas y valores que poseo (y que encima cambian) se dejan comparar de a dos en dos, pero poco más allá. Como en el problema de los tres cuerpos en física, en moral se da el problema de los tres valores o las tres normas. Por ejemplo, no pueden tener el mismo valor la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, que son claramente un lema arquitectónico para el cual aun no existe un diseño adecuado.

De nuevo, para eso existe la ética. La ética del utilitarismo por ejemplo sugiere un método seudocientífico para la toma de decisiones morales. Es cuestión de sumar y promediar para maximizar la utilidad del resultado. Por ejemplo, si la mayoría favorecen la Libertad sobre la Fraternidad, el diseño resultante será muy distinto que si la mayoría favorecen la Fraternidad sobre la Libertad. La Igualdad, por su parte, ni siquiera computa dentro de las formulas del utilitarismo, porque no hay manera de promediar la igualdad, o somos iguales o no somos iguales: es un valor binario.

La ética religiosa propone otra salida. Las respuestas a las preguntas morales se encuentran en los Libros Sagrados. El primer requerimiento es la formación en los valores de la moral religiosa como punto de partida para que la lógica ética sea aceptable. Dicha formación parte de los mitos y la fe para que la discusión moral sea llevada del plano de la lógica al plano de la metafísica. El segundo requisito es no buscar las respuestas directamente en los libros, sino hacerlo a través de los expertos, de los Altos Sacerdotes. Ellos interpretan la Ley Divina en nombre de todos y representan la voz de Dios al hacer juicios morales. Dichos juicios son distintos según el sacerdote, el país, el momento histórico o el Libro Sagrado o Dios subyacente, pero el diseño ético es el mismo.

La ética legal es un subconjunto de la ética religiosa. En este caso los Libros de Leyes reemplazan los Libros Sagrados. El Estado reemplaza a Dios. Los jueces reemplazan los Altos Sacerdotes. Algunos han buscado el establecimiento de una ética mínima que pueda servir como base para un diseño universal de la moral, para un conjunto de leyes y jueces internacionales. Los derechos humanos han sido la ética mínima más exitosa, pero aun está lejos de ser universal, porque se están saltando el hecho de que no existe una arquitectura moral universal.

El problema radica pues en tratar de proveer una solución complicada para un problema complejo. La moral es compleja por definición (el problema de los tres, cuatro, n valores). Y la ética no provee igual complejidad para la toma de decisiones morales. Las formulas lineales de la ética son incapaces de lidiar con los problemas no lineales de la moral. Entiendo que yo mismo estoy complicando lo que popularmente se traduce en los grises entre el blanco y negro moral, pero voy más allá sugiriendo que no hay ni blanco ni negro ni gris, sino toda una gama de colores, sabores, olores y texturas que ni siquiera pertenecen al mismo espectro.

En la práctica de la ética legal se ayudan de la sistematización para lidiar con este problema intratable. La acumulación de casos anteriores evita el tedioso proceso de tomar decisiones, dejándole el problema al primer juez que se encuentre con él. Supongamos que los casos son comparables entre sí, que no es cierto, pero tampoco es del todo imposible. Desde hace años existen sistemas computarizados que permiten a los abogados encontrar, registrar, agrupar, clasificar, almacenar y procesar la historia legal. Otra vez, esto parecería sensato si se tratara de una arquitectura moral estable, de unos problemas morales lineales y de una clasificación única de los casos archivados. Pero como no es así, se necesitan sistemas cada vez más sofisticados e inteligentes que utilicen algoritmos complejos para archivar, clasificar (en algunos casos automáticamente) y extraer esa información. Una de las técnicas a disposición de estos sistemas inteligentes es la lógica difusa. Óigase bien, lógica difusa. Yo no se ustedes, pero a mí no me gustaría ser objeto de un sistema legal que utiliza lógica difusa. Eres más o menos culpable, no estamos seguros, pero en tu caso digamos que sí.

Decía antes que el problema radica en proveer soluciones complicadas para problemas complejos. Si el sistema ético no tiene suficiente complejidad para procesar el problema moral no podrá dar con una solución definitiva, así que nos contentamos con una solución aceptable (para quién es otro problema). Recuérdese la Ley Cibernética de Variedad Requerida de Ashby que en palabras gruesas dice que solo la variedad puede destruir la variedad. Solo una ética suficientemente variable puede lidiar con una moral por definición variable. ¿Pero sería esto una ética?

Sería una cibern-ética.

20 ene 2009

Vías de subdesarrollo

Regresamos hace una semana de un viaje a un país en vías de subdesarrollo. Es ahora el país más endeudado del mundo y el coeficiente Gini crece a pasos agigantados, ahora con más de 40 según la ONU, donde la mayoría de los países más desarrollados tienen 30 o menos como índice. Es el único país con índice de más de 40 entre los primeros 20 en términos de desarrollo humano. [En Colombia el Gini es de 60, pero es casi el último de la lista en términos de desigualdad de ingreso y está en el puesto 75 de desarrollo humano.] En todo caso, es evidente desde hace tiempo una tendencia a la baja en este país en calidad educativa, en modernización de la infraestructura, en déficit fiscal, en balanza comercial, todos los cuales bajarán aun más ahora que el dinero se está usando para mantener funcionando bancos y fabricas de camiones. Tiene la tasa de embarazo adolescente más alta entre los países desarrollados. Según la OIT, tiene la tasa de desempleo más alta desde hace 50 años (actualmente en 6.5 o más) con algunos estados alcanzando ya el 10%. [Sigue siendo inferior a la de Colombia, oficialmente en 11, pero probablemente en 20 o 30]. Los países más desarrollados usualmente la tienen en 5 o menos. De nuevo, la tendencia es el empeoramiento. No se trata de un ciclo como algunos economistas sostienen. No hay de dónde sacar para regresar a la senda del desarrollo. Más bien todo lo contrario. Mientras esto sucede, sus ciudadanos pierden su capital pagando deudas que se disolverán reparando el sistema financiero. La educación y la infraestructura podrán mejorar, pero eso toma décadas. Por ahora, el alimento fundamental de este pueblo es el jarabe de maíz, cuya fructosa reemplaza al azúcar y es una de las causas fundamentales de la obesidad y la diabetes. Los alimentos secundarios son: (1) el glutamato monosódico, cuyos efectos sobre la obesidad y la diabetes, aunque inferiores, también han sido documentados y cuyo objeto en este caso es reemplazar la sal; y (2) el aceite hidrogenado de maíz que genera problemas cardiovasculares, pero ayuda a deshacerse de la ingente cantidad de maíz que producen. Estos tres compuestos forman la tripleta artificial de satisfacción primordial alimenticia (TASPA). El azúcar, la sal y la grasa constituyen el mejor remedio contra el hambre – aunque de la misma manera generan más hambre y dependencia – y en este caso se usan para paliar el hambre de millones de personas (no es lo mismo que nutrir) con el valor añadido de ser suministradas a partir de sustitutos artificiales de menor costo. En muchos casos hay alimentos preparados (congelados, en su mayoría, lo cual además requiere de una increíble cantidad de energía para transportar y almacenar) que contienen no uno ni dos sino los tres elementos en el mismo cuadrado o rectángulo listo para calentar en el microondas. Por fortuna, no solo de pan vive el hombre. Mientras disfrutan de sus bocadillos de dulcegrasal pueden alimentar la mente y el espíritu con un casi infinito abanico de programas televisivos en que le sacan gracia a las estadísticas mencionadas arriba mientras los comerciales les venden más dulcegrasal, cuando no drogas para combatir la obesidad, la depresión y el estrés que naturalmente reinan en medio de todo lo anterior. Y sí, incluyo a Internet que podría pensarse como una alternativa de mayor calidad equivocadamente, porque no creo que el tráfico que genera el MIT OpenCourseWare sea el mismo al que genera YouTube.