18 abr 2008

Otro tajo

Alguien me dijo: pero si son las fotos las que tienen valor... solo que yo no las puse por su valor, sino por la transformación a que se ven sometidas al estar junto a un texto. Un intento torpe de arte. En el sentido kantiano. Para Kant el arte es la representacion hermosa de algo, tal que incluso lo feo pueda verse hermoso. El brutal estrangulamiento que representa poderosa y violentamente Javier Bardem en No Country for Old Men es un ejemplo tremendo de esto. Un suicidio en vía pública en manos de George Grosz, un helicóptero como instrumento para Stockhausen, un muerto que descubre que hay vida después de la muerte al tiempo que descubre que ha sido enviado donde un necrófilo es un hermoso inicio narrativo en manos de Bolaño, y así. Si la foto o el texto son feos, pueden servirse de muletas para disfrazarse y auto-representarse haciendose o bien hermosas, o bien explicitamente feas y, por ello, hermosas. Todos hacemos cosas horribles, pero lo peor que podemos hacer es excusarnos. Basta con asumirlas y cínicamente declararlas intencionales, para que se vuelvan arte, para que se vuelvan hermosas. ¿O será que solo funciona cuando uno declara de antemano? E incluso aquí, ¿cuántas veces podemos usar el mismo argumento? El primer lienzo tajado de Lucio Fontana que vi me pareció hermoso, el segundo... digamos que no tanto para dejársela barata.

¿Cuántos tajos más estoy dispuesto a hacer?

1 abr 2008

Dos verdades contradictorias

Dejé de poner fotos al lado de mis entradas. Muere primero la imagen que la palabra nos recuerda M. Atellieu. La palabra contiene no más que la promesa de decir una verdad que no existe, pero no queda más que el remedio de creerla o cancelar todo intento de comprensión. Ya sabemos, esto lo recuerda Passolini, que estar muerto no es dejar de comunicarse; estar muerto es dejar de comprender. Así que el fin se acerca, pero no la muerte. Se agota la comunicación para fortalecer la comprensión. Y les decía yo, a los que les interesaba (en ese sueño imposible, pero inminente): hoy les voy a decir dos verdades, pero se contradicen entre sí. Primero porque no hay verdad que no contradiga otra verdad, pero fundamentalmente, porque solo las verdades relevantes son contradictorias. Simone de B. dijo alguna vez que solo hay una verdad. Digamos que bueno, pero con la cláusula de que es contradictoria y por contradictoria necesariamente requiere de la parte que contradice, que a su vez será contradictoria con una tercera y así, ad infinitum. Por eso existe el lenguaje y la comunicación. Es una búsqueda permanente de los eslabones que conducen a la verdad primera, pero como la primera es contradictoria, no es verdad del todo y luego la búsqueda es inútil. Pero toda busqueda es inútil por definición, cuando encontramos lo que buscábamos, la búsqueda se autodestruye y no hay nada más inútil que aquello cuyo objetivo es autodestruirse (como este blog). Y es Eco el que nos recuerda que la felicidad está en la cacería, no en el escopetazo. Creo que las dos verdades que les dije estaban claras. Tan claras como pueden estar dos verdades contradictorias, que además necesitan de otras más para formularse. El fin, la muerte, la verdad, la búsqueda: comprensión vs. comunicación. Se agota, desaparece. ¿Está llegando, por fin el fin? Los silencios lo anuncian o lo sugieren, pero es Vila-Matas el que nos recuerda que los Shandys tuvieron la mejor conversación de sus vidas en silencio. De nuevo, comprensión por encima de comunicación. O por debajo, ya que no sería verdad si no fuera contradictorio.