31 may 2007

Poesía Hindustaní


Hablar con el surinameño (surinamí?) es como leer un cuento de Naipaul. Para mí no habría mucha diferencia con los trinitarios, excepto que prefieren el fútbol al cricket y hablan holandés en lugar de inglés. Siendo de origen Hindú, habla algo de Hindustaní, no come carne de res y cree que serle infiel a su novia le traerá repercusiones en su próxima vida. Por otro lado, siendo educado en Holanda, considera aceptable que su hermano se haya convertido al cristianismo, pese a que su familia se lo tome a broma o como una afrenta (a la Naipaul). Para él es comprensible que, luego de que su hermano haya estado al borde de la muerte a causa de un balazo y los únicos que hayan ido a consolarlo hayan sido evangélicos, él ahora cuelgue una cruz en su pecho. Lo que reviste mayor interés es su filosofía (esta sí probablemente debida a su corta edad) de que tiene una ventaja competitiva frente a los holandeses por entender el Hinudstaní y poder leer poesía Hindú o entender las películas de Bollywood. Según él, la sabiduría que se encuentra en esos textos es muy práctica a la hora de enamorar mujeres. Estuve de acuerdo en que mucha gente no alcanza a comprender el poder de la poesía, pero exagera al decir que es en la Hindú (o en las películas de Bollywood) donde se guarda el secreto. Él dice que en la traducción se pierde un poco, pero que las vuelve locas al decirles, por ejemplo: "para mí eres la eternidad y yo quiero ser cada instante de ella". Sobra decir que su novia es también de origen surinamita (surinamense?).

1 comentario:

carlosrealm dijo...

surinamés, -esa; surinamita