Marcello necesitaba un espejo
Marcello debe elegir. O se entrega a lo superficial, a lo bufo, a lo simple, o comparte su visión trágica de la humanidad con un selecto grupo de intelectuales que, pese a ironizar sobre la condición humana, no tienen éxito en escapar de su fuerza destructiva.
Pero mientras tanto, preocupémonos por cosas más sensatas. Señor P. debe elegir. O se convence de que el el Pico de Hubbert ya se alcanzó y empieza a implementar las estrategias que lleva décadas diseñando, o sigue culpando a los especuladores y al cartel mientras apuesta en el mercado de futuros.
Ahora es más caro importar el "bric-a-brac", de dónde, pues de BRIC (BRasil, India, China). La realidad es bric-a-brac. No se de qué la hacen, pero yo le hecho picante antes de tragármela, porque es un poco insípida para acomodarse al paldar de las masas. Hay partes de la realidad que son tóxicas, pero si no te matan te muestran de qué está hecha la realidad, solo que cuando te desintoxicas se te olvida. Algunos escriben, graban, hacen películas para tratar de expresarlo. Pero son ficciones y todos sabemos que la ficción se opone a la realidad. Pues perfecto, la ficción es el espejo de la realidad. Y en algunas enseñanzas zen, la mente es a su vez un espejo. Refleja todo, pero no se afecta por lo que refleja. Todo lo procesa, todo lo asimila, todo lo ve, pero todo pasa y todo cambia según a dónde apunte el espejo. El espejo no puede decidir qué reflejar y qué no reflejar, si se le coloca un velo encima, siempre reflejará ese velo, pero una vez se quita el velo, el espejo empezará a reflejar todo de nuevo. Somos un espejo que refleja el bric-a-brac, venga de donde venga. Y el bric-a-brac cambia, pero el espejo no. La ficción exterioriza ese espejo para quienes tenemos dificultades en encontrarlo en nosotros mismos. La realidad no está fuera del espejo, el espejo es parte de la realidad.
La realidad cambia, ¿el espejo no?
Todo refleja todo lo demás mientras haya luz.
Todo cambia, ¿pero el espejo no?
La realidad son espejos, los espejos no cambian: la realidad no cambia.
Apuntamos para un lado o para otro (¿a voluntad o de dónde venga el ruido?). Y las ficciones que consumimos son, a veces, fabricadas para fabricar una imagen particular de la realidad. El velo es una opción. Las ficciones alternativas son otra opción. Bric brac. Peak Oil. Turm-oil. ¿Y si de todas maneras esa ES la realidad? Si escatón se acerca, si la oscuridad llega, el espejo ya no funciona. Será que nos hacemos cóncavos hasta autodestruirnos. Bric. Será que nos hacemos convexos para ver más, todo distorsionado, todo lejano. Brac. El espejo no cambia. Peak-oil. La realidad tampoco. Turmoil. Yo le hecho picante porque no me sabe a nada. Finfinito.
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