Stairway to Hell
Dice Norris que la lógica de Derrida es devastadora. El lenguaje puede cumplir con la condición de tener significado presente únicamente si ofrece acceso total e inmediato a los pensamientos que ocasionaron su elocución. Pero, como se sabe, este requisito es imposible. Devastador.
El gringo insiste: yo sí te estaba poniendo atención; es más, siempre te pongo atención, especialmente ahora que escucho BBC Radio por haber vendido mi televisión... me acuerdo mucho de lo que me dijiste de la Sierra Nevada.
Le digo que no importa, que no soy tan sensible, que no se preocupe.
Pero entonces, ¿por qué ella me reclama?
Pues me imagino que está proyectando; es una forma de decirte que no le pones atención a ella.
Eso no es verdad, sí le pongo atención.
¿Entonces por qué estás hablando conmigo?
Pues porque no se qué hacer.
Sí sabes, pero no quieres. Háblale de cualquier cosa, menos de si me estabas poniendo atención o no. No veo por qué tienes que ganar el argumento; pierdes igual.
Bueno, ya voy.
El alemán me mira desde detrás de su novia con el pulgar levantado: No se qué le dijiste, pero gracias.
Yo solo quería ir a verla gritar "Stairway to hell" o "Highway to Heaven" frente a los provincianos triunfando en Leidseplein.